martes, 26 de octubre de 2010

Los Schleck

"El equipo de los Schleck"

En un hecho sin precedentes en la historia del ciclismo, los tres primeros del pasado Tour de Francia cambiarán de equipo en la temporada 2011. Al margen de Contador, un especialista en ir de un sitio para otro -como el solomillo-, y de Menchov, que irá a su tercer equipo, sorprende el hecho de los hermanos Schleck, que dejan su equipo de toda la vida por uno nuevo.

Ya a principios de marzo se supo su intención de abandonar la tutela de Riis hacia un nuevo equipo del que sólo se sabía que estaría radicado en Luxemburgo y...bueno, pues no se sabía ni el nombre ni el patrocinador. Ocho meses después todo sigue siendo desconocido, aunque han hecho la reglamentaria inscripción en la UCI bajo el plomizo nombre de Luxembourg Pro Cycling Team Project.

No se conoce ni un sólo patrocinador y, sin embargo, ya cuenta con casi veinte ciclistas en nómina. La denominación popular para este constructo es "el equipo de los Schleck", y parece que se va a quedar así durante mucho tiempo. Los directores deportivos los han sacado del Saxo Bank, y son Brian Nygaard y Kim Anderson, este último un corredor de finales de los ochenta al que se retiró su licencia de por vida por sus múltiples casos de dopaje.

Los hermanos Schleck se han rodeado de un conjunto de ciclistas muy interesantes, y no parece el típico equipo que se construyen alrededor de una estrellas y con escaso calado fuera de su órbita. De su antiguo equipo se han traído a Voigt, Fuglsang, Lund, Klemme y O´Grady -para cuando acaba la etapa-. Además, al fichado al escalador francés Brice Felliou, a Bennati, Weylandt, Wagner y Vigano como sprinters, a Gerdemann y Monfort para vueltas de una semana, Poosthuma y Weggman para clásicas, a alguien tan sospechoso como Bruno Pires para que enganche con la numerosa población lusa de Luxemburgo, y los jóvenes Tom Stamsnijder, Nizzolo y dicen que Martin Mortensen.

Es un equipo para hacer frente en muchas citas del calendario con 20 corredores. Desde luego, han fichado más y mejor que el Geox, donde siguen en plantilla el hijo de Mauro Gianneti y que, aparte de Menchov y Sastre, sólo han fichado de relieve a Marcel Wyss. Sin embargo, no tiene patrocinador conocido, y no parece importarles a la hora de tirar de chequera o, visto desde la óptica de los ciclistas, a la hora de estampar la firma en un contrato.

Todo parece apuntar a que el equipo se quedará así. No digo en cuanto a plantilla, que a lo mejor fichan algún corredor más, sino el nombre popular ("el equipo de los Schleck") y especialmente la denominación social. Tras los múltiples ejemplos regionales aportados por España (Euskaltel-Euskadi, Andalucía, Comunitat Valenciana, Illes Balears, Xacobeo-Galicia) y el siempre recordado equipo centro-asiático Astaná, estamos ante el primer equipo profesional patrocinado por una nación soberana europea.

Se puede decir que los hermanos luxemburgueses son los únicos deportistas de un pequeño país que ve como su bandera oficiosa (un león rampante rojo sobre un fondo de bandas azules y blancas) aparece como nunca en las televisiones, por iniciativa de los entregados fans del Dúo Dinámico de Andy y Frank. Eso debe de poner mucho al Gran Duque, jefe de estado del pequeño país, y miembro del COI que estuvo en la entrega de medallas de Pekín 2008. No podía ocultar su gesto de insatisfación con el quinto puesto de Andy (cuarto tras la descalificación de Rebellin), en lo que hubiese supuesto la primera medalla para su país en unos JJ.OO de verano. Tuvo que colgar la presea a otro.

Los Schleck "hacen país" y ahí lloverá el dinero público, y no creo que haya mucha contestación social. ¿Puede haber contestación social en un país donde la renta pér cápita es de 40.000 dólares al año? Si acaso lo adornarán con alguna empresa privada de poca monta -que se yó, el conglomerado de productores de zinc y cromo, como en el ejemplo centroasiático-, pero no tengan ninguna duda de que la banderita de Luxemburgo también estará en el maillot.

Y no se piensen que se trata de un ejemplo aislado. Durante este Tour de Francia, RTVE entrevistó a un excitado Lissavetzky, que dijo en antena que en 2008 hubo contactos al más alto nivel -la Presidencia del Gobierno, de la que depende Deportes- para formar un equipo con capital español para dar acomodo a Alberto Contador, por entonces supuestamente marginado en el Astana de Bruyneel. No llegaron a buen puerto y, por lo que me dicen, alguno está viendo en esta posibilidad marrada el origen del clembuterol. Con nosotros no hubiese pasado o, como dijo Contador a Susana Griso, "ya se sabe en que tipo de equipo estaba" ¿Ah sí? ¿Cúal? Pues en un equipo de los que "hacen país", una tendencia muy preocupante en el ciclismo, y que irá a más. Con sus banderas y sus forofos.
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La extraña relación de Contador con la carne. Según su hermana, entrevistada tras el triunfo en París, "está deseando comer carne, porque vendrá de allí en los huesos". No, no: había comido solomillo en repetidas ocasiones, ¿y tu le ofreces "hacer una barbacoa, con unas chuletitas y eso"? ¿Las chuletitas las trae López Cerrón?